viernes

El petiso orejudo

Hace casi diez años que vivo en Mar del Plata, y nunca entendí cómo todavía existe una calle que se llama Martínez de Hoz. Cuesta imaginar una Goebbels Strasse en Berlín.

martes

Semana de la Porcina

En esta semana, un barbijo por un alcohol en gel!

lunes

Volvió el fobal


N. del R: como veneno sanlorencista, la publicación del siguiente post supone un dolor similar al que provoca la escucha del último disco de Cristian Castro. Bueno, casi.

Desde que pasaron las elecciones, con sus candidaturas testimoniales, esas arengas baratas con forma de spots publicitarios, y el efecto lobotomizante que producía Gran Cuñado sobre la gente (creo que si me cruzo un idiota más que me diga "Alica-Alicate" lo ahorco con una remera del PRO), surgió curiosamente un nuevo drama en Banana Republic (Argentina): la gripe porcina. Extrañamente crecieron los afectados en forma exponencial, y como si se tratara de una medición del INDEK, nadie sabe realmente cuántas son las víctimas. Una paranoia digna de un libro de Ballard o Dick nos invade, y de repente, cualquier desconocido que tose en el colectivo puede ser una amenaza bacteriológica en potencia (ver "Epidemia", peli noventosa con Dustin Hoffman y Reneé Russo). Actos cotidianos como ir al supermercado, tomar un café o hacer la cola del banco son resignificados en experiencias casi suicidas. Cierran los teatros por diez días (qué pasará con esas hordas de purretes exaltados en vacaciones de invierno, alimentados a base de pochoclo, esperando ver la obra de Cris Morena?), no hay facultades, casinos, bingos, y los noticieros recomiendan como una letanía intentar mantenerse alejado de las aglomeraciones de gente. Lógicamente, el planeta puede detenerse, el sol apagarse, pero el fobal debe seguir existiendo, y como miembros de una raza superior inmune a las enfermedades mundanas, cincuenta mil tipos se juntan para aunar sus alientos, y en una muestra de entrega sublime, protegidos por unos ridículos barbijos con sus colores del alma (!) a la módica suma de cinco pesitos, van a la cancha a ver la final del cada vez más lamentable torneo argentino, suerte de outlet de jugadores para clubes extranjeros. Como ya todos sabrán, Vélez le ganó a huracán sobre el final, y en una suerte de maldición "reutemanniana" condenó al Globito a ser nuevamente segundo. Hoy tuvimos que soportar en todos los noticieros los afiches de la ¿hinchada? de Vélez, mofándose de Huracán, y su sequía de títulos desde el ya mítico equipo del ´73.
A consecuencia de la hibernación casi obligada, producto de la gripe porcina (digamos Ah1n1 que tiene más pinet), paso largas horas viendo dvd´s de la serie freak por excelencia: Los expedientes X. En uno de los primeros capítulos, un personaje genial como Gargante Profunda (deep throat, nada que ver con Linda Lovelace), operador oculto del FBI al mejor estilo Coti Nosiglia, curiosamente le salva el trabajo a Mulder (uno de los protagonistas, para algún alien que no haya visto la serie), en una muestra más de la relación amor/odio que mantenían, y al tener que justificar su accionar ante un superior, dice: "es bueno tener a tus amigos cerca, pero mejor aún es tener a tus enemigos".
Con los hinchas de Huracán me sucede algo similar. A uno le dan ganas de tomar partido por ellos, al menos en esta disputa ante los hinchas de Vélez, autoproclamados sexto equipo grande del país, y cada vez más parecidos a esos nenes caprichosos que pretenden llamar la atención de los padres en las fiestas familiares. La lógica indica que debería estar contento con la desgracia de Huracán, y no voy a negar que por un momento lo disfrute, pero es inevitable tomar partido en favor de un equipo que realmente daba gusto ver, que se sabía a qué jugaba (no como la desinflada cicloneta versión fascista de Simeone), y que cuenta con jugadores exquisitos como Bolatti (digno heredero del Satánico Dr. No Redondo), Pastore, Defederico, y con un técnico puteador sin nada que envidiarle a Luppi o Alterio, que exuda respeto en cada palabra.
El exitismo que rodea al fútbol, potenciado muchas veces por el análisis simplista del grosor de una hoja realizado por supuestos periodistas deportivos, afirma que de los segundos no se acuerda nadie. Holanda del ´74 da por tierra con esa teoría. Sería bueno también que la admiración que provoca un equipo futbolísticamente idealista como éste, se traslade a otros ámbitos de una sociedad definitivamente utilitarista.

viernes

5 discos para pasar el invierno

-"The Eternal", Sonic Youth

-"Nuevo orden de la libertad", Los Natas

-"Further Complications", Jarvis Cocker

-"It´s Blitz", Yeah Yeah Yeahs

-"El Porvenir", Pez