lunes

Música de consultorio

La semana pasada gasté más tiempo esperando que viviendo, realizando esas visitas médicas que uno pospone eternamente. En una de ellas, me dieron una de las peores noticias de mi vida: debía reducir drásticamente mi consumo de café, sino mi corazón (sí, tengo uno, y no dejo de sorprenderme) sufriría las consecuencias. Imaginará el lector que para un cafeinómano incurable como quien escribe escribe, es una pésima noticia, agravada por la cercanía de los parciales (de los cuales el petróleo en taza es un compañero inseparable) y la ausencia de granjas de rehabilitación para esas cuestiones. Por consiguiente, hoy día me veo, cual metrosexual de Palermo Queen´s, en impasables mares de tecitos verdes.
Pero no es la ausencia de cafeína en sangre el motivo de mi posteo (aunque cualquier motivo es suficiente para hacer catarsis), sino que como consecuencia de mis diversas visitas médicas, debí soportar estóicamente horas y horas de incómoda espera en salas destinadas a ese fin, rodeado de revistas ochentosas (Bromatología debería considerar seriamente la posibilidad de hacer una inspección de las mismas: contienen un potencial nocivo similar al del uranio mejorado) y lo que es peor: la "música" ochentosa. Como las propagandas protagonizadas por Patricia Sarán y el casamiento de Alcides no despertaron en mí suficiente curiosidad, me dediqué a realizar un análisis sesudo de la música funcional, la cual se repite curiosamente a través de las diversas salas, probablemente disparada por algún operador lobotomizado. Por consiguiente, he llegado al listado definitivo de cinco bandas/solistas que deberían recibir las consiguientes demandas de contaminación auditiva:
-Phil Collins/Genesis: antes que algún fundamentalista del rock progresivo deposite sus caninos en mi yugular, aclaro que el período de Génesis comprendido en este listado es en el cual fue liderada por el calvo baterista (doble de riesgo de Josepp Blatter?). En este caso, no es que estuviera a la sombra de Peter Gabriel, sino que el hombre con nombre de cantante melódico trataba infructuosamente de tapar la falta de talento del baterista con pinta de contador. mención aparte para su voz espantosamente nasal, y sus temas Disney. Mejor no hablar de "Sussudio" porque sino me suissido (perdón, la ausencia de café potencia aún más mi idiotez).
-Simpley Red: debo reconocer que no escuché ni un solo disco de este pelirrojo; sólo me limito a hacer este análisis en base a los temas que sonaban en la radio, más un par de videos del costado más bizarro de vh1. De todos modos, para compar el disco de alguien, debe tenerse al menos una cierta inquietud, y en este caso sería llanamente un desperdicio de dinero equiparable a cualquier Tropimix de mesa de saldo. Algunos me dirán que soy prejuicioso. Probablemente. La cuestión no pasa por ser prejuicioso o no, sino por un tema de eficacia. Ahorra tiempo.
-The Police/Sting: este es el momento en que cadenas de mails rebosantes de insultos arrecian mi casilla de correo. Especialmente porque tocarán a fin de año en River, y si querés ser cool TENES que estar ahí, aunque no los conozcas (probablemente por eso). Punto uno: muchos de estos regresos de bandas de geriátrico están más cerca de la kermesse que del rock (probablemente Cream sea una de las excepciones). Punto dos: algunos dirán que fusionaron el punk, la new wave, la música bailable, el reggae. Habría que aclarar que una cosa es fusionar (Miles Davis) y otra muy distinta, hacer licuaditos de fruta (Cobani). Punto tres: tocaba Sting, uno de los tipos más insoportables, no solo del mundo del rock. Lo que alguien llamaría "un boludo con inquietudes", y que cercano a los cuarenta, se dio cuenta que "los rusos eran humanos". Brillante. Y para colmo, nos subestimó tratando de conencernos que practicaba sexo durante ocho horas seguidas. La pregunta que se cae de madura es qué sucedía cuando despertaba. El único aliciente lo presente Stewart Copeland, un exquisito baterista que participó de una banda que no estuvo a su altura.
-Bon Jovi: sería la banda que hubiera fundado Miguel Mateos de haber sido estadounidense. Llena de guitarritas chillonas (Richie Sambora es el doble de Elvio de Ensenada), letras no aptas para diabéticos, permanentes que "Pibe" Valderrama envidiaría y un cantante que empasta los parlantes como "Jon". Cuando uno los ve actualmente, torturando aún a distintas generaciones de humanos, lo primero que piensa es en qué generoso puede aún ser el planeta. Lo segundo, cuándo dejará de ponerse botox el cantante: vive con cara de susto, y se parece cada vez más a Mikey Rourke, pero para colmo, en su papel de "Sin City". Probablemente, luego de años de vivir con un tapón de cera su otorrinolaringologo lo haya quitado, y la escucha de uno de sus discos haya provocado esa suerte de parálisis facial (la neurológica llevaba años).
-Gun´s N Roses: la verdad es que dudé bastante en incluírlos. No porque me gusten, sino porque significaba desperdiciar un puesto de esta lista, ya que tranquilamente podrían haber compartido el lugar anterior con Bon Jovi, banda conla cual, una de sus pocas diferencias la representa un buen guitarrista como Slash, que lmentablemente dedicó el poco tiempo que le quedaba sobrio a terminar de construir su personaje y participar de videos de Paulina Rubio (somos tan rocker!), antes que pulirse en su instrumento. Increíble que haya gente que edita discos con letras tan inofensivas como las de Mecano, y para colmo, se jacta de ser pesado! (en su sonido, no luego de deglutir toneladas de catering). Es innegable que hicieron una de las mejores versiones de "Knockin´on heavens door", pero este logro mediocre se ve altamente opacado a la primer escucha de "November Rain", tema tan pretencioso como insoportable es el grito final de Axel Rosa; tan insoportable, que hasta el comisario con apellido de famosa marca de hamburguesas pensó en utilizar como método de confesión, en detrimento de la vieja picana (la crisis energética llega a los fachos también). Pero si hay algo que termina de incluírlos en esta lista, es el hecho de venir robando con la promoción de su nuevo disco hace más de diez años. Lo cómico es que el nombre del mismo ("Chinese democracy"), en un principio era casi provocador, mientars que ahora, cualquier mandarín se reiría con su título mientras disfruta un BigMac sazonado con lo que su iPod escupe. Lo lamentable de esta banda es que cada vez se parecen más a esos grupos que viven eternamente del pasado. Se que algunos me dirán que no hacen falta muchos discos para dejar una huella en la historia; sólo basta escuchar "Never mind the bollocks" para dar fe de esto. Lo preocupante en el caso de los Gun´s N Roses es que están más cerca de cantar en un crucero con Violeta Rivas y Nestor Fabián que de la banda de Johnny Rotten.

No hay palabras

Murió Marcel Marceau, y hay un artista menos en el mundo. Encasillar como "mimo" y reducir de este modo a carácter de mero fenómeno circense a alguien que supo emocionar hasta las lágrimas sin emitir un sonido, y que llevó su coherencia más allá (abajo) de las tablas, es cuanto menos simplista.
Con el avance del tiempo, que cada vez más se parece a una carrera desbocada, se pierden oficios, objetos y momentos; y si hay un oficio tan antiquísimo como atemporal es el de mimo, pero a veces, cuando uno ve a un pibe con el rostro extasiado por un mago, un mimo, un payaso, piensa que debe haber una carga genética, un extraño legado que aún medio de tanto ruido permite tomarnos un momento para algo tan simple como sorprendernos.
Era un pequeño purrete con pantalones cortos (pertenecientes a un traje de marineritos que me persigue durante todo mi álbum familiar, acompañado del eterno corte Balá) la única vez que lo vi, llevado por mi vieja al Luna Park, y quien alguna vez haya visto a ese tipo, flaco hasta lo imposible, hacer cosas tan elementales como limpiar un vidrio o buscar a su paloma, sabrá de lo que hablo. Para el resto, solo seré un sensiblero incurable. Gracias, poeta del silencio.

viernes

Pregunta existencial

No se si será esta lluvia inacabable que empasta las neuronas o mi pantalón empapado (y autografiado por charquito pisado por taxi también) que me lleva a formularme pregunats retóricas: ¿por qué carajo los días de lluvia uno tiene que, entre doscientas mil baldosas que hay en una cuadra, pisar justo la que está floja, esputándonos agua turbia desde sus entrañas para agregar una nueva mancha a nuestra vestimenta?

sábado

Ferrara

Después no digan que en la tele lo único que hay para ver es Bailando: hoy a las hs por I-Sat, "Policía Maldito" una joyita de Abel Ferrara (una de mis favoritas, junto con el funeral). Tiene todo lo que una buena peli marginal debe tener: sexo, drogas, policías corruptos, harvey keitel en bolas (¿el Ranni norteamericano?) y hasta una violación de monja! Incluso, para los fanas de Perrone, en ésta película aparece esa escena inmortalizada en "Labios de Churrasco". Imperdible.

viernes

Historia Puma

cuando uno sufre sentado cómodamente desde el living de su casa casi tanto como los que estaban dentro de la cancha, ¿significa que hay un equipo del otro lado de la pantalla que transmite algo? partido extrañísimo: primer tiempo para enmarcar (solo se le puede achacar algún line perdido) y segundo tiempo para consagrar. En un final sucio, desprolijo, trabado prevaleció el hambre y la entrega, para tener que tomar este día como una nueva referencia dentro del rugby argentino, que año tras años sube un nuevo escalón. Queda, entonces, la comparación siempre odiossa que todos nos hacemos con el deporte más popular: si el seleccionado de fútbol tuviera la mitad de la mística de este equipo, ¿no seríamos eternos campeones del mundo?

P.D.: ¿por qué Roberto Giordano se obstina en mancharnos cada recuerdo deportivo que tengamos con su presencia?