domingo

El lector

 Observando mi biblioteca, mientras pensaba en cómo mudar semejante volúmen de papel, me pregunté si no es en definitiva una consecuencia lógica de la mentalidad burguesa acumular libros en un pared, casi como un acto de vanidad, de egocentrismo, un exhibicionismo literario innecesario. Más aún cuando muchas de esas páginas solamente respiraron una vez, sea porque el texto no estuvo a la altura de las expectativas, o justamente por el caso inverso: que haya sido tan sublime su primer lectura que una segunda termine por desilusionarnos. No se habla de acumulación en términos económicos, tomando al libro objeto como inversión, sino más bien del acopio de papel como una demostración del saber, situación ésta absolutamente controvertible.
En tiempos de sustentabilidad y conciencia ecológica, es agradable pensar en los libros como un ejemplo de reciclaje, ya que al permitir múltiples lecturas se ahorra no sólo papel, sino el dinero que implica la adquisición de un nuevo texto con cada generación. Incluso desde el punto de vista de las librerías de usado, nos permite abarcar una acepción múltiple del reciclaje, al admitir no sólo múltiples lecturas, sino también infinidad de lectores usuarios.
Entender una biblioteca como un legado no se condice con los valores que se profesan en la actualidad, donde prima la cultura de la inmediatez, de la ansiedad, propagándose esa sensación de que lo mejor de la fiesta está siempre en otro lado que nunca alcanzaremos por más que lo persigamos. Implica una responsabilidad que conlleva la maldición tácita de sumergirnos en un universo inabarcable, en el cual nos hundiremos progresivamente como si de arenas movedizs se tratara. Una biblioteca debe cultivarse con esmero, como si fuera una enredadera de caracteres que se adhieren a la pared. La adquisición de cada nuevo componente nos compromete a estar a la altura de las circunstancias; cuando esto no sucede, confinamos a los estantes marginales esos textos que nos producen pudor exhibir en primer plano.
Sentarse a leer un libro, así como escuchar un disco entero, implica hoy en día un acto de rebeldía cuasi punk. Siempre me gustó concebir la experiencia de la lectura como algo físico, que requiere un desgaste intelectual, motivado por el respeto que provoca que alguien se haya tomado la molestia de desnudar sus pensamientos más intimos en una página. Es cierto que hoy se lee y se escribe mucho más de lo que se hacía con antelación, sea por los mensajes de texto, twitter, facebook, blogs, así como la masificación de los e-books y la democratización descontrolada que implica internet. No es menos cierto que la cantidad fue en detrimento de la calidad, prevaleciendo la multiuplicidad de formatos por sobre la importancia del contenido, tornando la lectura como algo pasatista, reduciéndola  a la categoría mero entretenimiento.
Nicolás Avellaneda decía que "cuando me comentan de ua persona que es un gran lector, me predispone a pensar bien de él". Podrá argüirse que leer a Heiddegger o devorar Mein Kampf no necesariamente implican un acto de bonhomía, pero al menos la lectura a conciencia, cualquiera sea su clase, permite una profundidad de pensamiento, capacidad de argumentación y una concepción crítica del entorno, lo cual nos lleva a la pregunta básica: ¿por qué leer? ¿Qué es lo que lleva a una persona a  gastar sus ojos y su tiempo, relegando experiencias de vida en pos de unas simples páginas? Lamentablemente, no existe respuesta concreta a esa pregunta, pero si se pudiera arriesgar una, cabría suponer que en la ausencia de certezas absolutas reside la riqueza intrínseca del acto de leer.

lunes

La epopeya de la mesa 1204


No tenemos facebook, no tenemos twitter, no tenemos flog (existe todavía?), pero igual podemos escribir en 140 caracteres o menos:

Sábado 13/08, 22hs: sintiéndome un octogenario disfrutando los últimos estertores de su senectud, me voy a dormir, preguntándome por qué corno dije que sí a ser Fiscal de Mesa.
Domingo 14/08, 06:00hs: suena el noble despertador de campanitas, despabilando mi vocación política.
06:05 hs: después de una encarnizada lucha con mi sueño, termino levantándome.
06:15hs: compruebo que es imposible combinar la perilla de la cocina con la hornalla correspondiente para preparar el café. Las lagañas tampoco ayudan.
07:00hs: emprendo mi caminata entre la bruma londinense, sintiéndome un completo extraterrestre.
07:10hs: avisto el primer adicto al footing y me siento un poco más humano.
07:30hs: llego al colegio, y entre una revolución de personas a los gritos y corridas que me hacen dudar si no me encuentro en un casting de Bailando por un Sueño, aparece un puntero que no es Perotti y me indica mi mesa.
07:35hs: en cinco minutos, la Fiscal del partido X me cuenta su experiencia en todas las elecciones en las que participó. Llego a dos conclusiones: uno, debería comprarse una vida; dos, debería haberme quedado durmiendo.
07:45hs: llega la Presidente de Mesa y nos pide que la tratemos con respeto.
07:47hs: ante el primer grito de "histérica", la Presidente comienza a los gritos.
07:50hs: una de las fiscales pega el cartelito indicador de la mesa, y la Presidente saca a relucir su garganta
con tiza de maestra y a los gritos nos indica que pasamos por encima de ella, que es una falta de respeto. Acto seguido, llama a la policía.
07:55hs: ante la legada del cana dice que no, que así esto no va a ser, que ella quiere una suplente.
07:56hs: me informan que no tendré padrón, con lo cual deberé anotar uno a uno el nombre de los votantes.
08:00hs 09:00hs: haciendo huevo, cruzando los dedos porque cierren la mesa ante la falta de autoridades.
08:15hs: me informan que si no conozco el número de mesa, no puedo votar.
08:16hs: me siento un boludo mandando VOTO por mensajito. Espero ganarme una urna.
09:45hs: llega la suplente y mi anhelo se va al tacho.
10:15hs: después de acomodar las boletas, nos disponemos a abrir la mesa con la más maravillosa música de barrabravas de fonfo.
10:16hs: quiero un café.
1030: abrimos la mesa.
10:40hs: la cuarta persona nos insulta de arriba abajo por la demora, acordándose de nuestra madre, padre, hermana, lora y hasta del cobayo de nuestra infancia. Resulta ser docente, y ante el requerimiento de la Presidente para que se sume como autoridad de mesa, ella comienza a balbucear, arguyendo que no, que no tiene con quien dejar a "la nena". Tan argentino como la coima o el dulce de leche.
10:43: aparece "la nena". No solo se puede cuidar sola, sino que además tiene más futuro que Messi y Agüero juntos.
13:30hs: la panza me pide comida sin subtítulos.
14hs: aparece la viandita: un francés de jamón y queso, una botella de agua, una manzana y una mandarina.
14:01hs: a qué pelotudo se le puede ocurrir poner una mandarina?
14:02hs: terminé de comer.
14:03hs: necesito un café.
16hs: ya no reconozco ni mi propia firma en los sobres.
16:30hs: llegan los alaridos a través del patio "es mi derecho, está en la Constitución de la República Argentina". Algún Duhaldista que no ecnontró su boleta.
17:30hs: vamos carajo, a las 18 se cierra la mesa.
17:45hs: perdí por completo la sensibilidad en mi nalga derecha.
20:15hs: todavía hay gente en la fila.
20:40hs: entra el último sobre en la urna. Espero que aparezca Soldán dando un saltito, pero nada.
22:15hs: la Presidente termina de abrir los sobres, comienza el recuento.
22:18hs: es increíble la cantidad de papel que se tira. En tres elecciones más, nos quedamos sin Amazonas.
22:20hs: aparece la gordita de Defensa del Consumidor de la tele, prepoteando a la Presidente.
22:30hs: como no consigue su cometido, vuelve a la carga Barracas con un par de matones del partido, le saca los votos de la mano y empieza a contar.
22:35hs: se desmaya la Presidente.
22:38hs: estoy esperando que salga el idiota de Listorti de atrás de la puerta y me diga que es una joda, pero no.
22:40hs: vuelve en sí, y dice que se va.
22:4hs: se fue.
23hs: comenzamos a contar con la suplente.
23:10hs: aparece nuevamente la gordita con otros matones con carita de Lemme (ver El Puntero) y comienzan a insultarnos al grito de "daaaale putos, que no no vamo má" (tal vez coloqué una S de más).
23:30hs: terminamos el recuento, pero comprobamos que el certificado se lo llevó la Presidente.
23:40hs: nos pasan uno de otra mesa y lo completamos.
23:45hs: ahora falta el sello.
23:48hs: vuelve el émulo de Lombardo (pobre, no se lo merece) y se pelea con otro puntero. La cosa se pone heavy.
23:50hs: necesito urgente un whisky.
23:51hs: nos informan que sin el sellito el certificado no sirve para nada, y que no nos pagan.
23:52hs: que sea doble el whisky.
23:55hs: aparece el puntero C y se pelea con A y B. Se me está complicando el diagrama de Venn.
00:00hs: aparece el sellito, tirado en el tacho de basura.
00:05hs: siguen surgiendo punteros. La pucha que da plata la política!
00:10hs: completo mi certificado a una velocidad supersónica.
00:11hs: al fin siento el aire de la calle que me golpea la cara.

Moraleja: si por el recuento de votos en una mesa insignificante se arma semejante rocanrol, cuando se reparte la plata en serio se sacan los ojos con una cucharita de café.

martes

Dudas existenciales

Si cuando uno va a comprar cigarrillos le dan el vuelto en caramelos, cuando uno va a comprar caramelos sin cambio, ¿puede pagar con cigarrillos?

sábado

Delicias de Musiinmndo

Cansado de bucear las bateas sin éxito, recurro a mi último recurso: un empleado de Musiinmundo. Le consulto si les quedaba algún disco de White Stripes, a lo que responde: "¿Con be larga?". Por un instante pensé en contestarle que no, que con esa letra se escribía "boludo", pero lo descarté por ofensivo. Me retiré en silencio, mientras él seguía moviendo la patita haciéndose el stoner con "Rockas vivas" empastando los parlantes.

Dudas existenciales

Si Ricky Martin hace tiempo confirmó lo que todos suponíamos, sacando su misil del placard, ¿por qué insiste con poner chicas lindas en sus videos? ¿Será una ingeniosa estrategia de marketing para conquistar al público lésbico?