miércoles

Recomendaciones

Dos breves recomendaciones para cinéfilos:
-"Flandres", de Bruno Dumont, una de las mejores películas del último festival de Mar del plata
-el sábado a las diez de la noche, por Canal 7, "los muertos" de Lisandro Alonso, seguida de "Ahora todos parecen contentos", corto argentino premiado en el último festival de Cannes

jueves

Caso complicado: murió el padre de Boogie

Con las simples palabras que encabezan este posteo expresó Crist, mano derecha e izquierda de fontanarrosa en el último tiempo, parte de su pesar por la muerte de su vcino de página. Un tipo realmente admirable, creador de joyitas como "El mundo ha vivido equivocado", pero a diferencia de otras personas que uno admira, esa fascinación no se transformaba en distancia; por el contrario, a pesar de no conocerlo, se lo sentía cercano, entrañable, con una empatía no exenta de respeto. Y cuando se van tipos así, a uno le queda la indefectible sensación que se va un pedacito de la historia de cada uno.

sábado

Kristina

Consultada en Francia acerca de si había un giro hacia la izquierda en el ámbito político latinoamericano, la primera dama contestó que no lo sabía, pero que probablemente lo que suceda es que hoy en día los dirigentes se parecen más a sus dirigidos. Eso supone chinchilla y botox para todos?

Deep Camboya

Finalmente, luego de casi dos años transcurridos desde el boom de su aparición, vi "Tarnation", de Jonathan Caouette, y que la verdad es que todavía no entiendo qué le vio la intelligentzia cinéfila, ya que ni siquiera se trata de esas películas entre anárquicas y surrealistas, desafiantes al estilo David Lynch o Gaspar Noé, que provocan apiñamientos de fundamentalistas dispuestos a defenderla o defenestrarla.
En este caso "solo" se trata de la vida de una persona, con más o menos problemas que los demás, y cuya diferencia con los demás terráqueros radique en que Caouette tuvo la lucidez marketinera de filmar en Super8 toda su vida (o al menos o que él quiere que veamos).
Entiendo que generalmente hay una necesidad de protagonismo por parte de la gente común, de vidas grises y mundanas, como quien firma esto, gracias a una situación donde los excluídos son la norma y no la excepción. Así es como nos encontramos con "hinchas" de fútbol y talibanes de una banda de rock, que suponen que la entrada que muchas veces por distintas connivencias no pagan, les otoga impunidad, evitando así el lugar que como público les corresponde. También es cierto que con los distintos soportes actuales es más simple lograr cierta trascendencia: haciendo películas en digital (recomiendo especialmente la última de Perrone), vendiéndonos a través de myspace, o exhibiéndonos a través de blogs y fotologs que en su mayoría tienen una finalidad más narcisista que reflexiva.
Quién sabe. En estos momentos en que Calamaro es cool y se escucha hasta en RadioDisney, tal vez sea una mala lectura de uno de sus caballitos de batalla en su época más "grasa" y dylaneana: la honestidad brutal.
llego a casa y prendo la tele. ejercicio automático para dejar el trabajo del otro lao de la puerta, y refrescar las pocas neuronas que sobrevivieron a la sobredosis de café y derecho con rayos catódicos reparadores. Pongo en Volver (atención, en agosto vuelve el Pauls#19 con VolverRock) y la caja me escupe imágenes de John Trujillo aporreando su bajo, en el marco del LiveEarth, algo así como una campaña encubierta de Al Gore pero sin el apoyo del partido verde. me causa gracia ver tipos como Trujillo, Hetfield y compañía apoyando un concierto benéfico a favor de la preservación del medio ambiente (bueno, probablemente, si cobraran entrada solo irian sus plomos) cuando durante años hicieron un culto del exceso y el derroche de dinero. Pero como la gran mayoría de los rockeros, maduran de la peor forma (no hay muchos Zappa ni Spinetta), transformándose en una versión pasteurizada de su recuerdo, ahogados en té verdes y barritas de cereal, y lo que es peor, ante la carencia evidente de ideas, dedican su tiempo a apoyar causas políticamente correctas.
Así es como nos encontramos con rockeros sexagenarios inofensivos tocando para miles de personas "con conciencia" con atuendos espantosamente caros, mandando mensajitos de texto con sus celulares último modelo metidos en su bolsito Louis Vuitton, el cual trajeron en el baúl de su 4x4 manejada por algún siervo (preferentemente blanco) que en ese momento les está comprando un vaso extra king size de Coca (light, por supus). Resulta difícil pensar que en medio de semejante culto al materialismo se produzca un click en la gente. Sería mejor preguntarnos qué nos pasó culturalmente en el último lustro de tiempo, potenciado por políticas de estado abrasivas y sin ninguna clase de contemplación, pero no hay tiempo para eso, en el escenario de la Antártida está por tocar algún percusionista bengalí.
Me imagino a Jorgito Arbusto abrazado a su botella de bourbon mirando por la ventana de su despacho, viendo a miles de personas saltando histéricas porque tocan los Black Eyed Peas (por Dios, alguien que le quite los carbohidratos a esa chica!), pensando, ilusos, que a él les importa. Es curioso que un país que no haya firmado ni siquiera el Protocolo de Kyoto y que sea a las claras, el máximo contaminante a nivel mundial, se gratifique con los mejores artistas (bueno, salvo The Police). Tampoco es cuestión de demonizar a una sola persona, tentación demasiado simplista que nos impediría ver las ¿políticas de estado? locales, tan eficientes que por ejemplo, terminamos preocupándonos por dos pasteras sobre el río Uruguay al menos tres años después de su instalación, y cuando durante años vimos en la televisión local avisos que promocionaban la inversión en forestación en uruguay (y no eran tree lovers).^
Para cerrar, cito una nota publicada en Clarín la semana pasada, donde se daba cuenta del trabajo de la firma de cosméticos Estée Lauder, durante un año, con diversas fundidoras, para diseñar tubos y tapas hechos con un 80% de aluminio reciclado. Todo muy rico, pero se olvidaron un detalle: al parecer, este metal reciclado no brilla tanto, cosa que disgusta a las consumidoras, quienes opacaron las ventas de cosméticos de la firma.

P.D.: dos buenas en medio de tanta acidez: toca Spinal Tap, y vuelven los Smashing Pumpkins en Chicago (vamos a ver al Billy Corgan original, y no a su doble de riesgo, el cantante de My Chemical Romance)