sábado

Crónicas de CASLA (el banco, los botines y el cadáver -Cardozo-)

Generalmente intento evitar hablar de las idas y venidas de técnicos, principalmente porque cambiamos los mismos tan rápido como los calzoncillos. Al menos teniendo en cuenta un promedio decente de limpieza. Pero la verdad es que la ida de Alfaro del banco del CASLA es algo que me sorprendió, no gratamene, por desgracia. Si bien es cierto que hacía rato el equipo no jugaba bien (bah, nunca lo hizo bien), soy de los que prefiere que el técnico se mantenga al menos hasta el final del campeonato. O bien, si ya se tenía la decisión tomada, por qué esperar a que comience el torneo?
Se que con el resultado puesto es más simple hablar, pero Alfaro nunca me convenció como técnico de San Lorenzo (cosa que terminé de confirmar cuando plantaba cinco en el fondo, cmo si siguiera en Quilmes). Supongo que debe ser esa clase de técnicos que es más agradable escucharlos hablar que sufrirlos dentro del propio cuadro, porque convengamos que si se lo compara con el "Tolo" Gallego, parece Karl Jaspers (perdón). Sale de la media de lo que es el clásico técnico, al estilo de Bielsa, con la diferencia que éste último lo hacía por puro convencimiento, errado o no; en tanto, en Alfaro sonaba un poco a impostado. Bastaba escucharlo en als conferencias de prensa, donde tardaba cuarenta minutos paa decir que la línea de cal estaba torcida, no porque hiciera un suntuoso despliegue de ideas, sino por falta de elecciones a la hora de hablar. Imposibilidad de tomar de decisiones. Poder de síntesis, para hacerlo más fácil. Justamente él, que al mando de Quilmes era el rey del pragmatismo futbolístico (Falcioni con Banfield parecía Cruyff). Y creo que esa misma falta de decisión se le trasladó a su tarea como DT. Basta ver als alineaciones de San Lorenzo en este último tiempo, para ver que BOca, jugando dos torneos (y, mal que me pese, ganándolos) repetía la formación más seguido que CASLA.
De todos modos, no todo lo que hizo estuvo mal, a pesa que trajo a Cardozo (de quien sinceramente esperaba mucho más), que no puede hacer una media vuelta sin desgarrarse. Al menos lo sacó a Paredes, eterno misterio del fútbol argentino: lo único que sabía hacer era pegar patadas y a duras penas hacer un lateral, y así y todo estuvo años en uno de los grandes. Ya parecía uno de esos empleados estatales que se mantienen en su cargo, no por su capacidad, sino por su habilidad para mimetizarse, para hacer un mar de su mediocridad. Y como acierto, lo puso a Esquivel, quien era el reemplazante natural de Morel cuando se fue. Del resto no voy a hablar demasiado, porque es cuestión de gustos. Sólo voy a decir que es hora de pensar si no es mejor Orión que el megalómano de Saja (caso similar al de Rambert: Alzheimer futbolístico); hasta cuándo va a jugar Barrientos en lugar de Montillo; y para cuándo la continuidad definitiva a "Pocho" Lavezzi?
Bueno, después de estas sesudas cavilaciones me voy a trabajar un rato, con la ¿consciencia? intranquila, más que nada por la llegada del nefasto Ruggeri, otro más de los Niembro Boys.

viernes

La Guerra de lo Egos

Para que no quede ninguna duda, voy a sentar mi posición: hacía un rato largo que no veía una película tan mala. La película en cuestión es "La guerra de los mundos", que fue estrenada en los cines hace un tiempo ya. Debemos ser el único blog que comenta las pelícuals a meses de su estreno, lo cual si bien nos resta poder de primicia, nos ayuda en el análisis, ya que incluso podemos contar el final. Pero volvamos a la película: los rubros técnicos no son tan malos: tiene buenos efectos, buena ambientación, una iluminación extraña, con mucho contraste, que recuerda a otra película basada en un libro de Orwell, "1984", tal vez más emblemático aún. Pero lo que más se nota es el oficio (una de las cinco palabras ineludibles para hacer una crítica cinematográfica) de Spielberg, quien a esta altura, puede filmar una película con los ojos cerrados. Incluso, si se trata de un bofe como este.
Pasemos a desglosar más cuidadosamente la película: no solamente comete errores básicos en su adaptación, como por ejemplo que los norteamericanos notan una presencia alienígena que se manifiesta en la imposibilidad de utilizar cualquier artefacto eléctrico, ni siquiera celulares, pero un par de tomas después vemos miles de personas sacando fotos con cámaras digitales y filmando (no en Super8) una de las naves extraterrestres (¿?). Otro error elemental es que, al comienzo de la invasión, las naves, mediante un rayo, pulverizan a las personas, pero a medida que transcurre la película, comienzan a secuestrar humanos para usar su sangre como combustible (¿?). El último, y no jodo más: en un momento, el protagonista se refugia en una granja poerdida en el medio del campo, con su hija, y el propietario de la granja (un ideológicamente irreconocible Tim Robbins). Se esconden en el sótano, cuando las naves extraterrestres comienzan a revisar las distintas zonas, a fin de encontrar sobrevivientes, pero terminan tardando unos veinte minutos de película en revisar un miserable sótano de una granjita perdida en el medio de Estados Unidos. Pregunta: cuando lleguen a China, ¿cuánto van a tardar?
Podríamos continuar un rato largo con estos cuestionamientos, pero vamos a pasar a otro tema: probablemente, lo peor de la película no sean sus innumerables defectos argumentales, ni la mutilación del libro que hicieron, sino que lo peor es que la protagoniza Tom Cruise! Es esa clase de actores que me tienen cansado, y a los cuales nunca vi actuar bien. Siempre hacen de ellos. Y esta película no es la excepción. Es más Tom Cruise que Top Gun! Repasemos algunos hitos de su carrera: "Ray Man": se roba la película la actuación de Dustin Hoffmann, actor en serio; "Leyendas de pasión": bodriazo con Nicole Kidman, en el que hace de él; "Top Gun": ni hablar; "Días de Trueno": más de lo mismo; "Jerry Maguire": aceptable, pero se roba la película Reneé Zellweger; "Magnolia": 100% Cruise. Y así podríamos continuar.
Pasemos al resto del elenco: la chiquita rubia Dakota Fanning, futura Drew Barrymore (léase, actriz precoz, adolescente que se pica debajo de un puente), que ¿compone? un personaje que termina siendo insoportable. Inmersa en un estado de alteración permanente, como si le hubieran metido un vibrador por la nariz. Histeria al mango toda la película. Por otro lado, el que hace de hijo es igual al cantante de Keane, pero con menos onda que un tubo de pasta dentífrica.
Lo cual me recuerda una cosa importante: el final de la película. En un momento, Tom Cruise y su hija se separan del hijo rebelde, quien quería a toda costa unirse a losmilitares (quien quiera hacer una lectura política de la película, recomiendo leer una muy lúcida nora de Marcelo Figueras en La Mano). Ante la pregunta de su hija de a dónde fue su hermano, Cruise le responde que se reuniría con ellos en la casa de su madre (lagrimón). Escena siguiente: se produce un hongo estilo Hiroshima en el lugar donde estaba el hijo. Todo hace entender que el pibe murió. Pero si ya era lo suficientemente malo que el "hijo rebelde" hubiera fallecido, lo único peor que podrían haber hecho en la película, finalmente sucede: happy ending imperdonable, pero acorde con el bodriazo: toda la familia reunida, y abrazo entre Cruise y el cantante de King con el clásico golpeteo en el hombro, propio de los machos alfa norteamericanos.

P.D.: momento cúlmine de la película: comienza el ataque alienígena, y la hija de Crusie, en pleno ataque de histeria, le pregunta al padre: "Papá, ¿son los terroristas?". Insuperable.