Sabina

realmente, después de haber visto al fin a Sabina en vivo, cualquier adjetivo que use va a ser escueto. Lo que sí puedo afirmar, es que debe ser de los pocos artistas iberoamericanos junto con Spinetta, cuyas letras soportan perfectamente la ausencia de la música y su traslado al papel, lo cual denota la calidad de las mismas (especialmente en un tiempo donde cualquier "músico" que utilice palabras de mas de tres sílabas en sus letras es considerado un poreta).
No descubro nada si digo que la música en sí de sus discos no es lo más representativo, pero ayer puide comprobar que, al menos en vivo, la austeridad musical funciona como un perfecto complemento de las letras, pootenciando su riqueza poética, matizado todo por el magnetismo que genera su persona en escena.
Gracias por este recital, y por recordarnos que mientras existan artistas honestos, seguirá existiendo la belleza en este planeta pasteurizado.