miércoles

Forros

Que todos los quioscos en diez cuadras a la redonda sean atendidos por mujeres no sería un inconveniente tan grave cuando uno tiene comprar preservativos, sino fuera porque apenas uno termina de pronunciar la palabra "texturados" recibe la mirada reprobatoria de una geronte llevando de la mano a su nietita, comprando pastillas DRF, haciendo que uno se sienta Charles Manson.

1 comentario:

Fede dijo...

jaja, pensé que era el único! Debe ser como los pedos: es cuestión que uno emita una leve flatulencia para que una multitud se acerque a ponerlo en evidencia a uno!