Luego de lograr que un verdadero calambre como Maxi López juegue en equipos como River, Barcelona o Milan, su representante emprende nuevos desafíos:
2013: se transforma en la primer persona en preparar un asado bajo el mar (mientras el hermano bobo de Calamaro sigue cantándole a las ballenas)
2014: le sube la temperatura corporal a Riquelme a 37º. Ante el posible deshielo del glaciar Perito Moreno, lo devuelve a su estado habitual.
2015: logra que Elisa Carrió gane la elección presidencial. Asustada porque el pueblo le da la razón, renuncia a los tres días.
2016: cansado de pequeñeces, separa en dos las aguas del Riachuelo (y las limpia!), multiplica por cuatro un choripán y hace caminar a Stephen Hawking.
2017: intenta por todos los medios que Tinelli abandone los alfajores, los golpes bajos y los culos y produzca un documental sobre la obra de Michel Focault, pero falla. Bueno, tampoco es Dios.
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