La verdad es que estoy cansado de la tertulia barata que hay en torno a la selección nacional. Que Pekerman dijo esto, que Grondona le contestó lo otro, que Maradona deja su demagogia de lado y se decide a asumir un cargo formaúnico que indica esto es que hay granes conflictos con la selección, y un descontento generalizado, agravado por el hecho de que los argentinos solemos ponernos a la par de equipos como Brasil, Italia o Alemania, quienes por algo debe ser que tienen un mundial ganado más que nosotros.
Sería bueno que alguna vez dejáramos de lado la mera polémica por las convocatorias y nos pusiéramos a analizar en serio si realmente quienes están en la selección realmente lo merecen. Lo que me pregunto es: ¿cuántos jugadores argentinos son figuras indiscutidas en sus respectivos equipos, cuántos de los jugadores que juegan en Europa son líderes? La respuesta inmediata es Riquelme, pero también es cierto que juega en un equipo de segundo orden. Probablemente, quien sea uno de los jugadores argentinos mejor consdierados en Europa, mal que nos pese, es Messi, quien paradójicamente no tiene un lugar asegurado en la lista definitiva.
Fuera de Europa, quien sí es líder en su equipo es Tévez, otro que por ahora no tiene lugar entre los once. Cabría preguntarnos si por ejemplo Saviola, con todo el aprecio que le tengo, tiene actualmente un currículum que lo acredite como delantero titular, y por qué ese lugar no puede por ejemplo ser ocupado por un Palacio, quien en más de una ocasión se puso el equipo al hombro? Lo que quiero decir es: en la época no tan lejana de Bielsa, le reprochábamos que convocara permanentemente a jugadores "europeos", relegando a un segundo lugar a los "nacionales", y ahora estamos repitiendo el mismo error. No digo que pone a jugadores que militan en la liga local sea toda la solución a los problemas, pero tal vez sirva para romper con tanta teoría estructurada de los técnicos, con tantas cosas que se dan por sentado. Lo que hace falta son jugadores que rompan tantas ligaduras, algún "rebelde" en el buen sentido que se cuestione las indicaciones casi dogmáticas que se escuchan desde el banco. De todos modos, hubiera sido bueno que Pekerman probara este tipo de cuestiones con antelación, durante lo que el llamaba "el banco de pruebas", y no que deba resolver estos conflictos contando con márgenes tan acotados. a pesar de esto lo banco a muerte al técnico, si bien no resulta tan afin a mi paladar como Bielsa, per principalmente cuenta con mi insignificante apoyo para hacerle frente a tantos comentarios maliciosos que provienen de distintos periodistas deportivos, fieles exponentes de la escuela "efecto barrilete" de Niembro.
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