jueves

Bukowski

Ayer me tocó franco en el trabajo. Sí, se que es día de semana, pero en mi trabajo no conozco lo que es disfrutar un fin de semana. De hecho, trabajamos todos los días del año. O casi: el Viernes Santo, como la dueña es muy religiosa, nos deja entrar un rato más tarde. Hasta el primero de mayo trabajamos, como si hiciéramos una especie de paro a la japonesa. Bueno, antes que me olvide para qué había venido, voy a ir al grano. La cuestión es que los días d efranco no me gusta prácticamente salir. Convengamos que tampoco soy lo que se dice un canto a la alegría, pero la verdad es que como todos los días del año tengo que estar atendiendo gente (mayormente nuevos ricos para peor), los pocos momentos que tengo en mi casa me gusta disfrutarlos. es más, si fuera por mí, haría "la gran Sandro": rodearía mi casa de paredones, y me encerraría con la poca gente que realmente me importa, libros, discos, y películas, tal vez internet... Para qué necesita uno algo más? Probablemente esté terminando de convertirme en un ermitaño. No me falta mucho.
Volviendo a la cuestión, estaba disfrutando de uno de mis pocos días de solaz intelectual (metido en un departamento, en la ciudad balnearia más importante del país, llena de gente y propagandas que repiten como un mantra idiota que tengo que estar re-bien por el estúpido hecho que es verano), y la verdad es que no tenía muchas ganas de salir a comprar un libro. No es que no tenga en mi casa algunos pendientes por leer, pero la verdad es que no tenía el ánimo suficiente como para ponerme a leer "Decamerón", o para terminar de leer el único fucking libro que no terminé en mi vida: "El tambor de hojalata". Estaba para algo más liviano. Así es que me puse a releer uno de Bukowski que tengo en la biblioteca. es una edición barata que conseguí en una casa de libros de viejo, pero tiene un gran valor para mí, principalmente porque tiene ilustraciones de Robert Crumb. se imaginan Bukowski + Crumb? Existe alguna combinación mejor? Ok, probablemente el gin con agua tónica. Así es que releyendo este libro, me encuentro con un comentario de Bukowski sobre la administración Bush padre de una actualidad pasmosa:
2¿Dónde está la gente? Hay más gente que nunca, pero ¿dónde está?. Parada en las esquinas, sentada en habitaciones. Puede que Bush salga elegido otra vez, porque ganó una guerra fácil. Pero no hizo un carajo por la economía. Ni siquiera sabes si tu banco va a abrir por la mañana. No es que quiera ponerme a llorar. Pero bueno, en los años ´30 todo el mundo sabía por lo menos dónde estaba. ahora es un juego de espejos. Y nadie acaba de saber cómo se tiene todo en pie. Ni para quién está trabajando realmente. Si es que está trabajando".
Asusta, no?

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