lunes

Golosinas I

Nunca fui un gran consumidor de golosinas, consecuencia de tener un padre casi dentista, (aunque sin llegar al límite Christopher Lee), con lo cual mi opinión no es la más calificada, pero al margen de la evidente cuestión de tamaño (los alfajores, al margen de que uno haya crecido, vienen más chicos, no jodan), la diferencia más notable consiste en que antes uno se escapaba hasta el kiosco para darse un pequeño atracón de todas las cosas que uno no comía en su casa, donde la comida casera no le daba espacio a los caramelos, chocolates, y palitos helados. Mientratanto, hoy en día, la pirámide alimentaria de cualquier purrete tiene como base la ingesta de papas fritas, gaseosas y productos transgénicos, con lo cual van al kiosco en busca de golosinas que curiosamente, remiten a comida casera, así es como encontramos imitaciones de pasta frolas, pan dulces, lemon pies, galletitas caseras y demás.

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