miércoles

Eshtas tranquilo, Neshtor?

Estuve toda la tarde dándole vueltas a este post en mi cabeza, intentando evitar lugares comunes, comentarios excesivamente ácidos en un día sensible, así como esas frases sensibleras que poblaron los medios durante el día de hoy (en C5N tenían una decena de violines en modo repeat, induciendo a nuestros lagrimales a romper el día sabático propuesto por el Censo).
Quien siga regularmente este blog, sabrá de mis profundas discrepancias con este gobierno, el anterior, y esa nebulosa ideológica llamada "kirchnerismo" en general. No llego a comprender esa dicotomía entre el discurso y los hechos que se ha hecho una marca registrada desde el 2003 a la fecha, así como los niveles de corrupción propios del menemato (podríamos sumarle la exclusión social). Desde que era chico me consideré un zurdito escéptico, pero ante la dialéctica kirchnerista, más de una vez me vi obligado a aclarar que no era oficialista, sino todo lo contrario. Pobablemente, eso sea lo más preocupante de estos gobiernos: el hecho de haberse apropiado de ciertos aspectos del discurso tradicionalmente considerado "de izquierda", utilizándolo según sus conveniencias.
No es el mejor día para hacer leña del árbol caído, por lo cual dejaré el resto de las críticas para otra ocasión. Sólo me limitaré a señalar que si bien la presidencia de Kirchner no fue del todo mala, especialmente si se tiene en cuenta el contexto en el cual ésta tuvo lugar, su conducta fuera del poder sólo sirvió para deslucir su gestión, generando de éste modo lo que él pretendía: que los indecisos de transformaran, o bien en incondicionales rayanos en el fundamentalismo, o bien en opositores críticos cuya opinión supuestamente es manipulada por el "imperio del clarinete". Sí hay que reconocerle algo a Néstor, y es que, producto de sus modos antinómicos, provocó que personas que en su vida no se habían  interesado por la política más allá de los imitadores pasteurizados regurgitados por Tinelli, comenzaran a discutir ciertos aspectos de la cotidianeidad institucional. Y eso no es poco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

comparto tu pensmiento brother, es muy rara la cabeza del argentino, es unica y muchas veces incomprensible, nos vemos en el fulbo

Anónimo dijo...

soy nando