jueves

Fabián Bielinsky

La verdad que me sorprendió mucho la noticia de la muerte de Bielinsky. Más aún porque ayer nomás, el lunes, lo había visto recibiendo premios en los Cóndor de Plata. La verdad es que es una pena haber perdido un director de semejante talento, con una visión tan clara de lo que quería comunicar. Como una especia de juan Rulfo del cine argentino, le sobró con dos películas para dejar en claro por donde pasaban sus inquietudes, y de paso dejar una huella latente en el ámbito local. Construyó una pequeña obra monolítica que tenía la contundencia de lo que se viene maserando durante años, potenciado aún más por la pasión de "hacer películas" (que lo llevó, entre otras cosas, a trabajar con los hermanos Coen).
Otro de sus grandes méritos fue haber logrado algo que los enfermos del cine reclamábamos hace rato, y que con Bielinsky, Burman y Szifron entre otros, lo fuimos consiguiendo: dejar en claro que las películas de calidad no son incompatibles con la masividad. La verdad es que ya estoy extrañando todas las películas que no llegó a hacer. Un minuto de plano fundido a negro, por favor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por qué la gente talentosa se tiene que ir tan temprano?